Cuenta la leyenda, que un día el Sol, era un señor que necesitaba flechas, y para conseguirlas se transformó en un pez dorado (para resistir las puntiagudas flechas) y se zambulló en un río cerca de una tribu que usaba arcos y flechas.
Por las mañanas, las mujeres iban al río para recoger agua y es en ese momento en las que ellas vieron a un pez enorme, apresuradamente volvieron a su aldea y les contaron a los varones, quienes salieron raudamente con sus flechas a tratar de cazarlo, cada vez que tiraban una flecha el pez se movía ligeramente para poder analizar si podía escapar y cuando obtuvo las flechas necesarias se sumergió profundamente y escapó.
Por las mañanas, las mujeres iban al río para recoger agua y es en ese momento en las que ellas vieron a un pez enorme, apresuradamente volvieron a su aldea y les contaron a los varones, quienes salieron raudamente con sus flechas a tratar de cazarlo, cada vez que tiraban una flecha el pez se movía ligeramente para poder analizar si podía escapar y cuando obtuvo las flechas necesarias se sumergió profundamente y escapó.
Cuando estuvo caminando con sus flechas, lo vio su amigo quien le preguntó, como pudo obtener tantas flechas, a lo que el señor Sol le contó y le dijo que si quería hacer lo mismo, tenga mucho cuidado cuando los cazadores lanzaran las flechas y que se moviera para ver si podía escapar. Él, deseando también conseguir flechas hizo lo mismo, pero cuando los cazadores lanzaron las flechas se olvidó lo que el Sol le había dicho y fue cazado y cocinado.
El Sol, la Luna y los Cazadores |
El Sol, esperaba ansiosamente a su amigo, quien nunca llegó. El Sol, se transformó en un perro y oliendo, llegó a la tribu, en donde juntó todas las espinas de su amigo y los lanzó hacia el cielo, convirtiéndolo en la Luna, es por ese motivo que la Luna esta siempre arriba y es de color de las espinas de los peces.