Cuenta la leyenda, que el ave Fénix es un ave mitológica del tamaño de un águila, de plumaje rojo, anaranjado y amarillo incandescente, de fuerte pico y garras. Se dice, que esta ave se consume en un fuego intenso cada 500 años.
El ave Fénix vivía en el Jardín del Edén, y anidaba en un rosal. Cuando Adán y Eva fueron expulsados del paraíso por comer la manzana prohibida, de la espada del ángel que los desterró surgió una chispa que prendió el nido del Fénix, haciendo que ardiera éste.
Debido a que el Fenix fue el único animal que se había negado a probar la fruta prohibida, se le concedieron varios dones, siendo el más destacado, la inmortalidad a través de la capacidad de renacer de sus cenizas.
Cuando le llegaba la hora de morir a un Fenix, hace un nido de especias y hierbas aromáticas, pone un único huevo, que empolla durante tres días, y al tercer día arde en llamas. El Fénix se quema por completo y, al reducirse a cenizas, resurge del huevo la misma ave Fénix, siempre única y eterna.