Cuenta la leyenda sobre el "Hachador Perdido" que es un ser alto, calvo y con ojos como si fueran fuego ardiente. Además, tiene dientes filudos con un pecho cubierto de lana y manos planas como las de una rana.
Se dice que este ser siempre lleva consigo una Hacha en su mano para atacar a todo aquello que va a las montañas. No lo hace por hambre, sino por ambición.
Muchos cuentan que este ser era antes un Leñador que deseaba hacer su propia urna, pero en un Viernes Santo, salió al monte a hacer sus tareas, hasta que Dios lo castigó en el momento en que levantaba su hacha para cortar un tronco.
Se dice que este ser siempre lleva consigo una Hacha en su mano para atacar a todo aquello que va a las montañas. No lo hace por hambre, sino por ambición.
Muchos cuentan que este ser era antes un Leñador que deseaba hacer su propia urna, pero en un Viernes Santo, salió al monte a hacer sus tareas, hasta que Dios lo castigó en el momento en que levantaba su hacha para cortar un tronco.
Tras esto, este hombre se convirtió en una alma en pena y vaga por los campos y bosques donde eternamente hace lo que quiere. Se puede saber de su presencia cuando de repente se oye retumbar terroríficamente golpes prolongados de un Hacha.
Existe también un canto popular que nos habla de esta perversa ente y dice:
Existe también un canto popular que nos habla de esta perversa ente y dice:
"Si por la noche se escucha cabalgar algún lamento en San Casimiro, se pinta la sombra de tu recuerdo, si es que te encuentras penando en las montanas del tiempo, con gusto Hachador Perdido, yo te rezare tu Credo."