Cuenta la leyenda, que en los montes de la selva del estado de Quintana Roo, había un campesino maya, muy bueno y amable, todos los días iba al monte a trabajar, un día, después de almorzar, se echó en el pastizal y se quedó dormido, vinieron los aluxes y lo cargaron hasta un lugar desconocido.
Al levantarse el campesino, vio que a su costado estaba un perro blanco, muy hermoso, cuando el animal empezó a caminar, el campesino lo siguió hasta que el perro ingresó a una cueva, el campesino intentó ingresar por el agujero estrecho y ya cuando estaba dentro de la cueva, vio que estaba rodeado de cofres llenos de oro, al instante, el campesino cogió las monedas de oro y se las bolsilló, al momento de salir, el perro le habló y le dijo que si quería llevarse el oro, tenia que llevarse todo o nada.
Al levantarse el campesino, vio que a su costado estaba un perro blanco, muy hermoso, cuando el animal empezó a caminar, el campesino lo siguió hasta que el perro ingresó a una cueva, el campesino intentó ingresar por el agujero estrecho y ya cuando estaba dentro de la cueva, vio que estaba rodeado de cofres llenos de oro, al instante, el campesino cogió las monedas de oro y se las bolsilló, al momento de salir, el perro le habló y le dijo que si quería llevarse el oro, tenia que llevarse todo o nada.
Ante tal voz, el campesino salió despavorido de la cueva, regando todas las monedas por el camino, del susto. Al día siguiente, el campesino fue con una carretilla, para llevarse todo el oro, pero nunca mas encontró la cueva.
El Oro de los Aluxes (Leyenda Maya) |
Se dice que pocos campesinos de edad avanzada han tenido esa experiencia pero nadie la encuentra; ese oro es de los Aluxes, solamente ellos deciden a quién dárselo. Muchos ancianos coinciden en que los Aluxes deciden darselo a las personas que los han ayudado a alimentarse, sin saber quienes eran.