Cuenta la leyenda que el Yaguareté-Abá, es una especie de hombre tigre y que en realidad son viejos indios bautizados que de noche se convierten en Tigres para devorar a personas o incluso, sus compañeros.
Cuando tienen el mal propósito de transformarse, estos se alejan de sus familiares y se sumergen en la oscura noche buscando abrigo en las plantas. Allí, empiezan a revolcarse de izquierda a derecha sobre el cuero de un Jaguar rezando un credo al revés y de ahí, cambian de aspecto al de un animal mitad hombre.
Ya transformado el Yaguareté-Abá, sale de caza para devorar a sus futuras presas, y cuando ya está saciado sus instintos animales, realizan nuevamente el proceso de conversión pero todo a la inversa para regresar a su forma humana original.
Muchos dicen, que este ser, es un feroz y sanguinario Tigre de cola corta o en algunos casos sin ella, además, tiene una frente sin pelos. Otros dicen que que este Yaguareté-Abá, en su forma "final", es mitad hombre y mitad animal (ver imagen más abajo).
Hay quienes afirman que para liquidar al Yaguareté-Abá, es necesario dispararle con balas bendecidas, ya que a las normales es inmune. Por otro lado, los machetes bendecidos son una buena defensa contra ellos.
Un testimonio recogido por Berta E. Vidal de Battini (ciudad de Corrientes), el Yaguareté-Abá persigue a chicas hermosas y una vez capturadas, las lleva a su guarida del monte. El destino de ellas, es desconocido aún.
Un testimonio recogido por Berta E. Vidal de Battini (ciudad de Corrientes), el Yaguareté-Abá persigue a chicas hermosas y una vez capturadas, las lleva a su guarida del monte. El destino de ellas, es desconocido aún.