Cuenta la leyenda, que Cuynac se enamoró de Nunash, quien era una princesa muy hermosa, los dos llegaron a amarse y Cuynac levantó un palacete en un lugar cercano a Pachas que le puso el nombre de Cuynash en honor a su amada.
Vivieron muy felices, pero su felicidad fue opacada por el padre de la chica, quien mandó a Amaru, para que los castigue por tal amor prohibido. Al enterarse esto, Cuynac se valió de su hechicería y convirtió en mariposa a Nunash y él se transformó en piedra.
Nunash, voló a hacia la selva a pedir ayuda, cuando volvió con un gran ejército, lucharon y lograron vencer al ejercito de su padre. Acabada la lucha, Nunash, volvió a ser humana, pero Cuynac, no pudo, pues se sacrificó para salvar a su amada.
Nunash buscó incansablemente a Cuynac, pero nunca logró encontrarlo. Muy cansada, ella se acostó cerca a una piedra y se quedó profundamente dormida. Mientras dormía, escuchó en sus sueños la voz de su amado que decía:
Nunash buscó incansablemente a Cuynac, pero nunca logró encontrarlo. Muy cansada, ella se acostó cerca a una piedra y se quedó profundamente dormida. Mientras dormía, escuchó en sus sueños la voz de su amado que decía:
"Amada no me busques, mi voluntad fue pedir a los dioses que me convirtiera en piedra y mi pedido fue complacido y ahora soy sólo una piedra, destinada a permanecer en este estado para toda la vida."
Nunash, en sus sueños, pidió estar siempre al lado de su amado, por lo que también fue convertida en piedra. Es así como se formó la "Bella Durmiente" en Huánuco.
Nunash, en sus sueños, pidió estar siempre al lado de su amado, por lo que también fue convertida en piedra. Es así como se formó la "Bella Durmiente" en Huánuco.