La Casa Matusita es una vivienda de considerables dimensiones de dos pisos de altura. Pero lo curioso, es que los sucesos paranormales, solo suceden en en el segundo nivel.
Cuenta la leyenda, que en esta casa vivía un señor perverso quien maltrataba y abusaba de sus dos únicos sirvientes. Un día, cuando el dueño de la casa ofrecía un almuerzo a algunos invitados, los sirvientes decidieron cobrar venganza. Estos, colocaron una substancia en los alimentos, no para matar a su jefe, sino para ocasionarle trastornos mentales.
Luego de que fueron servidos los platos, los sirvientes, que esperaban en la cocina para esperar los resultados de su macabro plan, escucharon de pronto ruidos y gritos provenientes de la sala. Creyendo que todo había resultado favorablemente, los empleados acudieron rápidamente a la habitación.
La imagen que vieron fue aterradora: cuerpos despedazados por doquier, sangre en las paredes, en la mesa, en el suelo. Todos los invitados, incluyendo su dueño, habían hallado en esa cena una muerte trágica, violenta y terrorífica.
Una de las primeras víctimas de la casa fue un párroco quien haciendo caso de aquellos testimonios decidió por ingresar a la casa para bendecirla y realizar un exorcismo. Según cuenta la leyenda, el párroco murió debido la desesperación por querer salir de aquella vivienda. Se dice que escuchó gritos y reclamos de los espíritus.
La víctima más conocida fue Humberto Vílchez Vera, un conductor de televisión nacional que apostó en cadena nacional, que podía permanecer siete días en dicha casa sin sufrir ningún trastorno o muerte.
La leyenda, conocida por muchos, dice que el animador ingresó a la casa sólo con una cámara de vídeo en la mano y que luego de sólo dos horas, el hombre de televisión salió de la casa profiriendo insultos y gritos y botando, incluso, espuma por la boca. Sucedido el hecho el animador obtuvo serias complicaciones psicológicas por lo que fue recluido en un manicomio durante un período de trece meses, nunca más se supo de él.
Esta leyenda es uno de los relatos más conocidos de la ciudad de Lima, y esta casa aún existe en el cruce de las avenidas España y Wilson (Centro de Lima) donde gente aún afirma que suceden sucesos paranormales que asustan a los transeúntes que pasan por dichas avenidas.
La leyenda, conocida por muchos, dice que el animador ingresó a la casa sólo con una cámara de vídeo en la mano y que luego de sólo dos horas, el hombre de televisión salió de la casa profiriendo insultos y gritos y botando, incluso, espuma por la boca. Sucedido el hecho el animador obtuvo serias complicaciones psicológicas por lo que fue recluido en un manicomio durante un período de trece meses, nunca más se supo de él.
Esta leyenda es uno de los relatos más conocidos de la ciudad de Lima, y esta casa aún existe en el cruce de las avenidas España y Wilson (Centro de Lima) donde gente aún afirma que suceden sucesos paranormales que asustan a los transeúntes que pasan por dichas avenidas.