Cuenta la leyenda, que hace muchísimo tiempo, sobre las pampa de Nazca, descendieron unos hombre del cielo. Estos, se hacían llamar los Viracochas, quienes eran dioses del Este, unos hombres buenos que trajeron la paz, la concordia y el progreso.
Fueron esos dioses quienes dibujaron las primeras líneas y figuras en las pampas de Nazca, y como tenían artefactos que le hacían volar, podían ver sus obras desde el cielo.
Antes de irse, los Viracochas, enseñaron a los pobladores a dibujar en la arena, sin que estos dibujos se borren del suelo, los pobladores aprendieron y dibujaron muchas imágenes con la esperanza de que los Viracochas los vean y vuelvan.