Cuentan la historia que los Reyes Magos, eran en si Reyes de Persia. Los llamaban Magos por que eran sacerdotes astrónomos que se dedicaban a estudiar el firmamento en la corte de Babilonia.
Una noche, cuando vieron en el cielo una estrella muy luminosa, se pusieron en marcha a investigarla creyendo que era parte de las antiguas profecías. Tras un cansado viaje, llegaron a Belén para adorar y entregar sus ofrendas al Mesías (oro: por su origen real; Incienso: por su divinidad; Mirra: por ser al fin un hombre), y claro, omitiendo al infanticida Rey Herodes.