Según cuentan, el Pishtaco es una persona que aparece mayormente en las altas cordilleras, parajes desolados, lagunas y quebradas de los Andes. Tiene como característica primordial su gran medida corpórea y su aspecto de hombre blanco , barbudo y rubio o pelirrojo.
Tiene la fama de no ser un simple asesino, sino por ser un sanguinario que liquida a sus víctimas no por dinero ni por diversión, sino por mandato de superiores con el fin de obtener una dotación de grasa humana.
Tiene la fama de no ser un simple asesino, sino por ser un sanguinario que liquida a sus víctimas no por dinero ni por diversión, sino por mandato de superiores con el fin de obtener una dotación de grasa humana.
Según versiones recogidas en el Cuzco, esta grasa humana sería indispensable para el funcionamiento de maquinaria fina emplazada en Lima y para mezclarla con la gasolina para hacer volar a los aviones.
En otros lugares, al Pishtaco se le describe en varios lugares como un bandolero o un extraño que gusta asaltar mujeres u hombres solitarios. Cuando ellos están vulnerables en sus garras, él los liquida para comer su carne en forma de "chicharrones" y luego, deciden vender la grasa corporal de estos. El Pishtaco es considerado como el "Jack, el destripador" de los Andes.
En otros lugares, al Pishtaco se le describe en varios lugares como un bandolero o un extraño que gusta asaltar mujeres u hombres solitarios. Cuando ellos están vulnerables en sus garras, él los liquida para comer su carne en forma de "chicharrones" y luego, deciden vender la grasa corporal de estos. El Pishtaco es considerado como el "Jack, el destripador" de los Andes.
En las Tradiciones Peruanas del gran escritor Ricardo Palma, se menciona al "Pishtaco" con el nombre de "Naqak" (en Cuzco). Ahí se narra la agresión que los indígenas hicieron sentir a un grupo de Betlemitas (integrantes de una orden religiosa) que fueron acusados de ser "Pishtacos" debido a que estos Frailes, incurrían y secuestraban a quienes extraían la grasa para elaborar los ungüentos con que curaban en el hospital que ellos tenía al costado de su iglesia y el monasterio.