La isla de las Muñecas

Don Julián era un vigilante de la Isla de las Muñecas que, un día, descubrió el cuerpo de una niña a la orilla del lago. Desesperado por el descubrimiento, hizo todo lo posible para salvarle la vida, lamentablemente, la pequeña murió por causas extrañas y desconocidas.

Tras lo sucedido, el señor vigilante se sentía atormentado y continuamente, decía que el espíritu de la niña había poseído a una de las muñecas. Para protegerse, don Juan colgó muñecas de todo tipo y tamaño alrededor de la laguna situada en Xochimilco.

Tiempo después, don Juan nuevamente sintió que todas las muñecas estaban poseídas por varios espíritus de niños. Esto lo llevó a volverse un ermitaño y a vivir solo en la isla con aquellas decenas de muñecas rotas y antiguas que recolectaba de la basura. Ciertas personas decían que él fue el poseído y eso explicará el cambió radicalmente su forma de ser.

Muchos años pasaron, y Don Julián fue hallado sin vida en el mismo lugar donde él encontró a la niña que trató de salvar. Las personas comentaban que se sentía culpable por no haberla salvado y eso lo llevó a la locura.

la isla de las muñecas mito


Tras su muerte, la isla de las muñecas se convirtió en uno de los atractivos principales de Xochimilco, y mucha gente la visita para observar las muñecas que fueron colgadas por el vigilante. También afirman, que las muñecas cobran vida por las noches.
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1 comments:

Llanero dijo...

La leyenda de La Llorona es un relato que resuena profundamente en la cultura latinoamericana, evocando imágenes de dolor y pérdida que trascienden el tiempo y el lugar. Este artículo captura la esencia melancólica de la narrativa, presentando no solo su rica tradición oral, sino también su relevancia en la identidad cultural contemporánea. La habilidad del autor para entretejer la historia con elementos modernos es digna de elogio, ofreciendo una perspectiva fresca y enriquecedora sobre este mito tan arraigado en el folklore.